LA EDUCACIÓN EN EL FRANQUISMO.
La educación fue uno de los muchos aspectos que el dictador Francisco Franco renovó completamente tras la república. Lo que se había convertido en un intento de progreso y de crear una sociedad con cultura y capacidad de pensamiento libre, se transformó en todo lo contrario.
Se implantó una enseñanza fascista y clerical, ya que la iglesia formaba parte de todos los ámbitos de la vida diaria. Además de implantar aspectos religiosos en la mente de los alumnos, también era obligatorio impregnar un intenso patriotismo. No hay información mas veraz que la que sale de aquellos que lo vivieron en sus propias carnes, y es que recuerdo que mi abuela me contaba que antes de entrar a clase en los recreos todos los niños debían cantar el "Cara al sol", ejemplo de lo que hablábamos anteriormente.
No solo hubo cambios ideológicos, si no que también se cambió la estructura en la que se dividian las clases. La educación se dividió por sexos, por lo que se crearon colegios sólo para niñas y otros solo para niños. Esto llevó a que las niñas fueron educadas en la feminidad rotunda, condenándolas a una posición subordinada en la sociedad. Además debían asistir a materias de Escuela del Hogar que los libros describían como "los conocimientos básicos que debe poseer toda mujer con el fin de estar capacitada para cumplir su misión como ama de casa".
El papel de los profesores también era distinto al que conocemos hoy en día. Se educaba bajo una fuerte disciplina basada en la autoridad del maestro. Los castigos físicos eran habituales para "curar" la falta de respeto o la desobediencia. Además, los sueldos eran muy bajos, de ahí la expresión "pasa más hambre que un maestro de escuela".
Este sistema educativo basado en la adoctrinación y la religiosidad no varió durante la dictadura y permaneció activo hasta la llegada de la democracia.
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